– Minino de Cheshire, ¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?
– Eso depende en gran parte del sitio al que quieras llegar -dijo el Gato.
– No me importa mucho el sitio… -dijo Alicia.
– Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes -dijo el Gato.
Lewis Carroll
En múltiples ocasiones, tanto padres como maestros nos empeñamos en que los niños o los adolescentes obtengan un mejor rendimiento escolar sin centrarnos en el factor determinante para poner el mecanismo en marcha: la motivación.
Como psicólogo, podría hablar de la amígdala, la dopamina o el núcleo accumbens, pero prefiero compartir unas pequeñas pautas para aplicarlas con esos alumnos que necesitan saber hacia dónde se dirigen antes de elegir el camino a tomar.
- El primer paso consiste en generar un entorno de confianza donde el alumno pueda expresarse libremente. A veces, basta con hacerlo en el pasillo, pero otras necesitaremos la intimidad del Departamento o dar un paseo con él por el patio.
- Debemos respetar sus tiempos y no hablar por él. Es muy importante saber escuchar sin juzgar y no darle ninguna “solución” sin que el alumno la haya intentado descubrir antes por sí mismo.
- La teoría dice que involucrarnos emocionalmente no ayuda, ya que limitamos nuestra capacidad de escucha y dejamos entrever nuestras opiniones. Yo esto nunca lo consigo. Por eso, al recurrir a los reforzadores positivos, lo aliento en lugar de elogiarlo (esto último premia el destino, no el camino) y le insisto en que lo verdaderamente importante es lo que su meta signifique para él.
Como ejercicios prácticos, quisiera compartir con vosotros tres experiencias que, consciente o inconscientemente, me ayudaron a motivar a tres Alicias que se encontraron en una encrucijada en algún momento de sus vidas:
– En el IES Flavio Irnitano, en una clase sobre la segunda condicional en inglés, una alumna de las que siempre mascan chicle a la vez que pestañean varias veces seguidas cada vez que se niegan a hacer algo no quiso contestar qué medio de transporte sería ella si pudiera elegir uno. Entonces, contesté: “Yo te lo voy a decir: Tú serías un todoterreno. Jeep, se dice en inglés. Tú has atravesado charcos de fango por los que yo no sería capaz de pasar. Tú eres una de las personas más fuertes que conozco y no puedo creerme que el inglés vaya a poder contigo, después de todo lo que tú has logrado superar en la vida”. A partir de ese día, cada vez que pedía un voluntario, ella misma se levantaba al grito de: “¡Yo, la todoterreno!”.
– En el IES Antonio de Ulloa, el alumno más disruptivo (y cariñoso) que os podáis imaginar estaba interesado únicamente en las motos, así que todas mis fichas de inglés tenían que ver con las partes de la moto y los tiempos verbales los asociaba a acciones que pueden realizarse con las motos. Un día, empezó a competir en Portugal y ahí se dio cuenta de la necesidad que tenía de aprender inglés para “poder ligar con las niñas del extranjero”. Benditas recompensas a corto plazo…
– En ese mismo instituto, hice que un alumno que se negaba a trabajar en clase rellenara y firmara un compromiso de que, al menos, se comportaría bien. La “pega” es que el compromiso estaba en inglés y, para rellenarlo, necesitó aprender a usar el diccionario bilingüe durante tres recreos conmigo. Cuando lo terminó, lo metí en una carpeta y le pedí que la pusiera en la bandeja de su mesa y que NUNCA hiciera falta recordarle la palabra que dio (y firmó). Antes de salir por la puerta, le dije que le había puesto un 10 en escritura por lo que había hecho, pero que era una pena que no le sirviera para mucho porque él había decidido que no quería hacer nada en mi asignatura. Al día siguiente, me preguntó: “Maestro, ¿si me leo el libro de lectura puedo aprobar?”.
Me gustaría terminar este artículo contándoos el desenlace de las tres anécdotas:
– A la “todoterreno” le buscamos una plaza en el Programa de Diversificación Curricular (muy parecido a lo que actualmente es el PMAR) y siguió atravesando charcos de fango hasta que logró terminar la ESO.
– El de las motos no siguió estudiando. Actualmente, es motorista profesional, patrocinado por Eduardo Castro Motos. Ha sido varias veces subcampeón de España y otras muchas campeón de Andalucía. Mientras se recupera de una importante operación, está montando una escuela de Motocross para inculcar sus conocimentos a los niños que, como él, sienten pasión por este deporte.
– El chico del compromiso educativo se sacó el título en la Educación Secundaria para Adultos. Cuando lo consiguió, me mandó una foto con el mensaje: “Gracias a ti soy la persona que siempre he querido ser”.
6 comments
Gracias por querer que queramos hacer las cosas, maestro. Como siempre, me has atravesado con tus anécdotas y has hecho que me reafirme en mi camino. Gracias por enseñarme que los que «no hacen nada» no se dejan por imposible, sino que se trabajan. Yo soy de las tuyas. Te quiero.
«leerte» es confirmar lo que ya sé: tienes un don tan especial para las personas que se cruzan en tu camino que, bendita la suerte de cada alumno( en este caso) por encontrarte y hacerse mucho mejor persona a tu lado.
No he sido alumna tuya, pero sí la afortunada de sentirte mi amigo: una de las personas más maravillosas que el universo me ha regalado y me regala cada vez. Qué, aunque no nos veamos: sigo nadando . Gracias por enseñarme eso.
Te quiero muchísimo, mi amigo ( mi Nemito)
Hijo siempre que leo tu blog me vienen a mi memoria muchos recuerdos y anécdotas,así que yo también te voy a recordar la forma que tu madre tenía para motivaros que yo lo llamaba premio, os decía si vuestras notas son muy buenas vamos y os compro un regalito que por cierto tú siempre podías un libro o una cinta de videojuegos y había personas que me decían eso es una tontería,pero cuando hice mi curso de formador ocupacional y tocó la unidad didáctica de la mitivacion, mi profe explicó algo muy parecido a lo que yo hacía y me dí cuenta que supe motivar a mis hijos aunque vosotros si que sois mi motivación para ser tan FELIZ.
Te quiero hijo.
Qué curiosas Alicias te encuentras en el mismo camino…seguramente sea para que tú las cojas de la mano 😉
GRACIAS, GRACIAS ,GRACIAS.
Muchas gracias post, Jose. Como siempre, aprendemos un montón. Muchos besos.
Buenísimo el articulo. Un cordial saludo.