Hace tres meses comenzábamos el curso más incierto de todos los vividos hasta la fecha. Nadie podía garantizar qué pasaría ni hasta cuándo, pero ahí estuvimos nosotros.
Han llegado compañeros nuevos a los que no les hemos visto la cara y a los que, probablemente, ni reconoceríamos por la calle, pero ahí estuvimos para ayudarnos.
Comenzamos las clases con unos niños más apagados que de costumbre y aprendimos a interpretar sus miradas cuando ningún otro gesto de sus caras nos daba pistas acerca de sus dudas o sus estados de ánimo.
Aprendimos a manejarnos con las nuevas tecnologías como si la diosa Educación nos estuviera dando un ultimátum para que actualizáramos nuestra metodología. Luego aprendimos que estas nuevas tecnologías nunca podrán sustituir al viejo profesorado.
Los vimos volver del recreo sin la algarabía a la que nos habían acostumbrado, estaban “porque sí” y se estudiaba pensando más en salvar el día que en lo que eso les pudiera servir para el futuro…
Pasaba un día y otro, y nos enfundábamos en el traje de superhéroes para hacer reuniones online, investigar qué hacer al día siguiente para motivarlos o corregir esos fallos tan necesarios para que siempre continúe el aprendizaje.
Llegamos al final del primer trimestre emocionalmente agotados, pero con la sensación de haber superado unas restricciones más arraigadas que las de la propia pandemia: las de esa parte de la sociedad que nunca nos había valorado. Los maestros hemos dejado de “vivir bien” para vivir por el bien de nuestro alumnado.
Enhorabuena, MAESTROS, y descansad, porque hemos llegado.
8 comments
Nunca mejor dicho maestro, HEMOS LLEGADO, pero lo hemos hecho de la mejor de las maneras, enteros y con fuerzas y ganas de más, porque nos sabemos ganadores en esta batalla, solo la ilusión y las ganas pueden luchar y ganar y a eso no nos gana nadie , ni siquiera el maldito bicho. Pero si algo tenemos que agradecer es mirando sólo lo positivo, hemos descubierto cuánto podemos dar, cuando creemos que estamos al límite este bicho te demuestra que tienes superpoderes y das más.
En fin, ha sido un trimestre brutal, intenso, pero positivo por ver la implicación de todos y cada uno de los que estábamos ahí al por del cañón, no hubiera sido posible ver esa LUZ si no hubiese aparecido el «bicho» , así que , final de trimestre agotador pero con la satisfacción de haberlo conseguido, esa es la recompensa en nuestra batalla, ahora toca ganar la guerra
Totalmente de acuerdo!!!
Y ganaremos……y nadarenos con el ímpetu de los fuertes guerreros que cada día nos rodean.
Pepa
Para todos ha sido un trimestre duro. No te digo nada para los novatos como yo para los que todo era nuevo …Séneca, classroom, Moodle, y un largo etcétera pero lo que más nervios te daba era meterte en un aula con poco menos de 20 niños a los que les veías sus medias caras y que esos mismos niños terminen pidiéndote que te hagas una foto con ellos y tú por dentro pensando lo afortunada que eres y terminar con la sensación de haberlo hecho bien.
Maestro cuánta razón tienes… Con ilusión de un mañana mejor pero a verlas venir con los deberes bien hechos. Aún a sabiendas que nuestro producto son personitas que necesitan un camino que hacer hacia un futuro mejor….
Te has merecido estas vacaciones navideñas. Un beso de tu sobri y míos ?
Te mereces todas las cosas buenas del mundo, Feliz Navidad, profe!!!
Vivir por el bien de nuestro alumnado…con la reflexión de…¿ y vivir de qué manera…???…¿con ilusión, apatía, con la capa de influencer, forzado, con fuerza…?. Seguramente cada un@ de nosotr@s l@s docentes tendríamos nuestra percepción de esto…lo que espero y deseo que cada vez sea la más acertada para encontrar ese » bien de nuestro alumnado».
Ya sin más desear a l@s que llegaron que se llenen de nuevo de energía bonita la cual emana en estos días de descanso y cercanía con nuestros seres queridos. Felices Fiestas
Que bonito vivir por el bien del alumnado. No tengo duda de que tu lo has hecho porque cuando los nombras se te ilumina el alma. Si ellos supiesen con el orgullo que hablas de ellos… eres el maestro que todo alumno quisiera/ debería tener.
Me alegra mucho lo que escribes y me encantaría algún día poder sentirlo como tu.
Seguimos nadando.