«Tú eres un Dos», me ha dicho mi compañera Carmen esta mañana.
No es la primera vez que oigo hablar del eneagrama. Este estudio de los nueve tipos básicos de personalidad no solo explica nuestra forma de comportarnos, sino que nos aporta pautas específicas para nuestro crecimiento individual. Entonces me he planteado que, si es una importante herramienta para mejorar las relaciones con la familia, con los amigos y los compañeros de trabajo, ¿por qué no iba a funcionar para mejorar la que tenemos con nuestros alumnos?
Los Perfeccionistas (tipo Uno) respetan minuciosamente las normas de comportamiento e intentan mejorar el mundo. Antes de entrar en clase, pensarían «espero haber elegido la metodología más adecuada».
Los Altruistas (tipo Dos) se interesan por las personas y por ofrecerles cariño y protección. Antes de entrar, pensarían «ojalá mis niños se lleven bien hoy».
Los Ejecutantes (tipo Tres) anhelan ser valorados positivamente. En este caso, su pensamiento sería: «esta clase va a ser la bomba. Seguro que les gusta».
Los Románticos (tipo Cuatro) necesitan expresarse y ser considerados originales. No tendrían reparos en expresar que no están de humor para clases hoy.
Los Observadores (tipo Cinco) confían en sus propios recursos y se sienten arropados por el conocimiento. No saben qué tema toca hoy pero «¿para qué prepararse una clase si al abrir el libro por la página que toque ya sabemos de lo que tenemos que hablar?».
Los Escépticos (tipo Seis) buscan librarse del miedo intentando conseguir el permiso y la aprobación de alguna figura de autoridad, o rebelándose contra ella. Estos piensan: «Tengo que acordarme de aplicar el DUA. Esto seguro que le gusta al inspector».
Los Epicúreos (tipo Siete) son activos y optimistas. Rechazan las emociones desagradables. Su pensamiento sería: «Si no funciona esta actividad, tengo otras muy divertidas».
Los Jefes (tipo Ocho) exhiben una imagen fuerte y no temen expresar su ira. Estos puede que ya estén pensando en el alumno que se llevará el próximo parte de disciplina antes de entrar en el aula.
Los Mediadores (tipo Nueve) son agradables y complacientes. «Si hoy no avanzamos en el temario, no pasa nada. Lo importante es que los alumnos se sientan bien», es lo que deben pensar ellos.
Evidentemente, esto es un breve compendio de los tipos de personalidad. Si seguimos investigando sobre ellos puede que lleguemos a comprendernos mejor como docentes y descubramos así alternativas a nuestros patrones de comportamiento en el aula.